Las verdes tintas y diafanidad del lejano horizonte, asi como
30 la inclinacion de las montanas, indicaban ya la proximidad del
Mediterraneo.
(p57)
Anduvimos en silencio algunos minutos, hasta que el minero
se paro de pronto.
--iCabales!--exclamo.
Y volvio a quitarse el sombrero y a santiguarse.
05 Estabamos bajo unas higueras cubiertas ya de hojas, y a la
orilla de un hermoso torrente.
--iA ver,[57-1] abuelito!... (dije, sentandome sobre la hierba.)
Cuenteme V. lo que ha pasado aqui.
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